La revolución del comportamiento higiénico ha dado la oportunidad de derrotar a muchas de las enfermedades que han caracterizado la historia del mundo a lo largo de los siglos, pero cuando el exceso de higiene se convierte en una manía puede hacer malo para su salud. Hay personas que se lavan las manos todo el tiempo, otros que limpian el medio en que vive en exceso, y algunos que utilizan productos agresivos porque obsesionado por virus y bacterias.
La publicidad es la primera obsesión cómplice en lo que respecta a la higiene: todos los días somos bombardeados con mensajes que invitan a utilizar productos para el cuerpo, para la ropa y hogar con el objetivo de hacer nosotros mismos y el mundo que nos rodea pura y esterilizada, lo que lleva a una condición de higiene exagerada.
Sin embargo, muchos estudios han demostrado que un exceso de limpieza provoca principalmente un debilitamiento de nuestras barreras naturales más propensos a enfermarse. A partir de la dermatitis de problemas intestinales, alergias a las formas mentales de la manía, la idea de la suciedad crea obsesiones tanto física como psicológicamente.
Pero no sólo. Un exceso de higiene también es perjudicial para el medio ambiente, tanto por la pérdida de agua que por el uso indiscriminado de productos químicos altamente contaminantes.
Resumen
La higiene es un tema que para la mayoría de las personas resulta sumamente importante, a través de esta, nos hemos desecho de muchas enfermedades que transitan en el ambiente, sin embargo, e exceso, está afectando a mucha de la población, incluso pueden adoptar el trastorno obsesivo-compulsivo, la publicidad tiene un roll importante, cada vez son más los anuncios, que nos incitan a tener todo sumamente limpio, libre de cualquier germen o bacteria. El exceso de esta debilita una barrera y estamos más propensos a enfermarnos. La rupofobia, es un problema no solo para nosotros, sino para nuestro ambiente, cada vez es más el agua que desperdiciamos.
Rupofobia
Es una alteración psicológica que se caracteriza por presentar un miedo irracional, excesivo e injustificado a la suciedad.
Síntomas
Las experiencias de miedo provocan de forma automática un incremento de la tensión y la ansiedad en la persona.
• Aumento de la tasa cardíaca.
• Incremento de la tasa respiratoria.
• Taquicardias.
• Palpitaciones.
• Aumento de la sudoración.
• Dolores de estómago.
• Dolores de cabeza.
• Tensión muscular.
• Sensación de ahogo.
• Dilatación pupilar.
• Despersonalización.
• Sensación de mareo.
• Náuseas y vómitos.
• Boca seca.
• Escalofríos.
Síntomas cognitivos
Los síntomas cognitivos de la rupofobia abarcan todos esos pensamientos acerca de los miedos a la suciedad que experimenta la persona.
Estos pensamientos juegan un papel fundamental en el desarrollo y mantenimiento del trastorno. Así mismo, pueden incrementar la sintomatología física y, por lo tanto las sensaciones de malestar.
De hecho, la relación entre los síntomas físicos y los síntomas cognitivos es bidireccional. Es decir, los pensamientos acerca del temor a la suciedad provocan los síntomas físicos y estos incrementan las cogniciones fóbicas.
Los pensamientos que puede desarrollar una persona con rupofobia pueden ser múltiples y muy diversos. Por lo general, se sustentan las cogniciones acerca de las propiedades negativas de la suciedad y de las pocas capacidades personales para hacerles frente como las principales del trastorno.
Síntomas conductuales
Finalmente, como ya se ha comentado, el temor a la suciedad, y los síntomas físicos y cognitivos resultantes, provocan una grave afectación sobre la persona.
Esta afectación se ve ampliamente reflejada en el comportamiento, el cual se encuentra modulado por el temor a la suciedad.
Los síntomas conductuales predominantes en la rupofobia son la evitación y el escape. Es decir, el individuo incorpora en su comportamiento conductas de evitación y escape de las situaciones con suciedad.
Tratamiento
El tratamiento principal de todas las fobias específicas es la psicoterapia. Concretamente, el tratamiento cognitivo conductual constituye la intervención con mayores índices de eficacia del trastorno.
En este tratamiento, un psicoterapeuta tratará de exponer al individuo a sus estímulos temidos. La exposición se realiza de una forma gradual y permite la habituación de la persona a la suciedad y, por lo tanto, la superación del temor hacia ella.
Otras técnicas que suelen acompañar el tratamiento son la relajación (para disminuir los síntomas de ansiedad) y las técnicas cognitivas (para corregir pensamientos disfuncionales acerca de la suciedad).
Diario: http://salute.pourfemme.it
Fecha: 13/10/2016
Autor:Giovedí
Fobia: Rupofobia
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