martes, 7 de marzo de 2017

El ‘melenas’ del fútbol tiene “pánico” a quedarse calvo


Condenado genéticamente, David Luiz se inyecta “células de la cadera” para no acabar pelón como su padre

David Luiz, dueño de una de las melenas más conocidas del fútbol actual, ha explicado en Le Journal du Dimanche que tiene “pánico” a quedarse calvo y que emplea un método exclusivo para mantener su frondosa cabellera.

Condenado por la genética

Condenado por genética a quedarse pelón al ser hijo de un padre sin ‘pelaje’ en el cráneo, señala que “yo hallé una forma de salvar mi pelo. Encontré un médico en Brasil que me sometió a un tratamiento especial: te coge células de la cadera y te las reimplanta. Yo me apunté. Dentro de una decena de años tendrá también una solución para la gente que ya ha perdido su pelo”.

Siempre según el central del PSG, “es todo natural, y yo los dejé crecer durante 8 meses para llegar a este resultado”, aludiendo a esa melena que luce.

“No me gusto con el pelo corto”

“No me gusto con pelo corto, me lo corto lo menos posible”, agrega y revela que pese al éxito del tratamiento “tengo miedo a perder todo el cabello algún día”, cabello por el que ha sido comparado con uno de los personajes de los Simpsons, el actor secundario Bob.

Resumen
    
   La genética le jugó sucio esta vez al futbolista David Luiz, el “melenudo”, más conocido en el futbol, padece de falacrofobia, ya que su padre, sufrió de esto, temen pasar por lo mismo, debido a esto, tiene que inyectarse, para mantener su cabello largo y frondoso.

Falacrofobia
   
   La peladofobia o falacrofobia, es el miedo o temor a la calvicie, a quedarse calvo y a perder paulatinamente el pelo. También se utiliza este término para indicar el miedo o temor a las personas calvas.

Síntomas

Los síntomas que aparecen en esta fobia son como los que se manifiestan en otros tipos de fobias y se dividen en tres planos: reacciones fisiológicas, cognitivas, y comportamentales.

Dentro de las reacción fisiológicas las más típicas son: sudoración excesiva, palpitaciones, aumento de la tensión arterial, dificultad para respirar, náuseas y/o vómitos. En el plano cognitivo aparecen una serie de creencias y pensamientos acerca del estímulo temido, de la situación o de su incapacidad para afrontarlo. Y a nivel del comportamiento lo más habitual es huir rápidamente de la situación e intentar evitarla a toda costa en el futuro.

En los casos extremos la confluencia de todos estos síntomas puede desencadenar en un ataque de pánico al encontrarse ante una persona calva o visualizarla en la televisión o en fotografía. También puede ocurrir este episodio ante los pensamientos e imaginación de la propia calvicie.

Tratamiento

La mayor parte de los tratamientos que han resultado ser eficaces para los trastornos de este tipo incluyen la exposición a los estímulos temidos. Consiste en afrontar repetidamente ese estímulo, hasta que deje de producir temor.

Es decir, que si nos enfrentamos a lo que tememos y no implica ninguna consecuencia negativa perderemos el miedo que nos provoca el estímulo o situación concreta. Partiendo de que todos estos tratamientos tienen como base la exposición se pueden clasificar en diferentes terapias:

Terapia de exposición

Aunque dentro de este tipo de terapia hay diferentes alternativas, que el terapeuta escoge en función de elementos como el miedo concreto, las particularidades del paciente o la situación hay unos factores comunes. Se trata de enfrentarse directamente en vivo o en imaginación al estímulo o situación temida hasta que se reduce la ansiedad. Es aconsejable hacerlo de forma gradual y siempre con la ayuda del terapeuta.

Terapia cognitiva

Este tipo de terapia suele realizarse en combinación con la exposición. Por un lado se busca información sobre el estímulo temido, sobre las posibles causas de la aparición de la fobia y por qué motivos se sigue manteniendo el miedo. Se trata de tener la mayor información relevante referida al estímulo fóbico. Esto ayuda a entender qué está ocurriendo y por qué. De esta forma será más fácil encontrar posibles soluciones.

Por otro lado, se detectan y modifican los pensamientos que producen la ansiedad. Por ejemplo: “Si me quedo calvo será horrible, perderé atractivo y nunca encontraré pareja”. “Cada vez que veo pelos en la almohada o el cepillo me siento fatal porque cada vez tengo menos y no me siento a gusto conmigo mismo/a”. Se trata de identificar estos pensamientos causantes del malestar que siente la persona y ayudarle a ponerlos en tela de juicio para que dejen de producir ansiedad.

Técnicas de control de la ansiedad

Las más utilizadas son la relajación, la respiración diafragmática y las autoinstrucciones. En la mayoría de los casos estas técnicas se combinan con la exposición. Son muy útiles sobre todo en las primeras fases del tratamiento, cuando la persona vive la exposición al estímulo temido como una verdadera fuente de ansiedad. Para llegar a desarrollar estas técnicas de forma eficaz es necesario entrenarlas durante varias sesiones.

Tratamiento biológico

En este campo, existe unanimidad entre los diferentes investigadores y profesionales de que no existe un tratamiento farmacológico único y exclusivo para la erradicación de la fobia.

Sin embargo sí se han utilizado fármacos como las benzodiazepinas o los beta-bloqueantes como complemento a las técnicas explicadas anteriormente. Pero los estudios realizados al respecto parecen indicar que el uso de fármacos podría entorpecer la labor terapéutica de la exposición por lo que no es habitual su uso en el tratamiento.

Diario: mundodeportivo.com
Fecha: 13/12/2015
Fobia: Falacrofobia 


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